Abstract:
  En el convulsionado contexto que atraviesa América Latina hoy, es necesario repensar abordajes innovadores de la Sociología, apostar a nuevos desafíos epistemológicos y metodológicos que tomen en cuenta el Sur, desde una dinámica que se inscriba en una “epistemología del sur”, donde los vínculos intersubejtivos, las relaciones sociales y los paradigmas culturales y simbólicos den cuenta de la complejidad actual. La postura epistemológica, teórica y práctica de la Sociología Clínica se basa en el desafío de aprehender los nudos socio psíquicos que están en la base de todo hecho social, y constituye por lo tanto una modalidad particular de entender la investigación y la intervención grupal y social. Intenta aproximarse a la vivencia de los actores sociales, articulando entonces, las relaciones sociales y los vínculos intersubjetivos, con el contexto socio-histórico y simbólico. Ubica la subjetividad en el centro de la producción de conocimiento. Lleva a criticar la posición del “experto” poseedor de un saber científico superior a las demás formas de saber. La orientación clínica se construye en primer lugar sobre la escucha, el saber de la experiencia y el respeto que los actores tienen de su mundo social. El rigor científico es necesario e ineludible a condición de que no respalden lógicas de poder, de distinción social y no se favorezca la violencia simbólica entre “los que saben” y “los que no saben”. El vaivén entre la vivencia y lo conceptual es esencial para entender los fenómenos sociales, para comprender los nudos socio-psíquicos. La Sociología Clínica sostiene una postura epistemológica multirefrencial e interdisciplinar, donde la Historia macro dialoga permanentemente con la historicidad, con el relato y las historias de vida de los sujetos. A partir de “historia de vida en grupo” e “historias de vida individuales”  nos introducimos en la “escucha” del otro, del actor social, de los actores sociales, considerando que son ellos los más capaces de significar y re-significar el hecho social. No se trata, entonces de construir una sub-disciplina, sino de hacer dialogar  las fronteras disciplinarias, de modo tal de articular lo socio-histórico con lo psico-simbólico. Esto ha sido posible a partir de dispositivos metodológicos específicos  que se han desarrollado en las últimas tres décadas, a nivel internacional y particularmente en América Latina. Consideramos que los dispositivos metodológicos utilizados apuntan a una forma innovadora de producir conocimiento, a partir de “Seminarios de implicación e investigación”. En el Panel que presentamos, las investigaciones realizadas por los distintos expositores: de Chile, Colombia, Brasil, España y Uruguay  forman parte de esta línea epistemológica. A partir de estas experiencias  de investigación que se presentarán en el Panel, nos proponemos visibilizar  entonces el proceso investigativo y dar cuenta de esta epistemología y teoría para la acción que es la Sociología Clínica

Abstract:
Desde la fundación, América Latina fue imaginada siempre como un magnífico contenedor vacío a la espera de desarrollar en ella sueños pergeñados en mapas que le eran previos. Militares, religiosos, geólogos o botánicos, legisladores o intérpretes, coincidieron en eso, y jugaron bien ese rol. Es cosa vieja, que abarca desde las ya lejanas fundaciones de las muy viejas Ciudades Letradas y de los contemporáneos procesos constituyentes y llega con vigor a la generación —también ya propia de la historia contada— de los que vivieron sus muchos procesos reconstituyentes, ya en Siglo XX. Una figura recorre esa larga historia, y sin cambiarse demasiado el traje: el intelectual latinoamericano. Crítico, liberal, socialista o libertario, orgánico o consejero, tradicionalista o internacionalista, desde casa o desde el exilio, Chicago Boy o su contrario, atraviesa la historia del continente. No parece difícil por eso pensar que hoy existe no ya solo un personaje social (precisamente el del intelectual latinoamericano) sino también un campo intelectual latinoamericano, escena donde  ejecuta su papel. Y sin embargo mucho ha llovido desde Sarmiento, es claro, pero tampoco es poco el tiempo pasado desde Angel Rama, José Joaquín Brunner, Nestor García Canclini, Vargas Llosa o Renato Ortiz o hasta Ernesto Laclau o Walter Mignolo. Algunos de los herederos de esa tradición siguen activos y eficientes, con nombres y apellidos, con grandes nombres y apellidos; pero tienen que convivir hoy en ese campo con formas nuevas de entender el personaje, más extendidas, quizás incluso más democratizadas, probablemente menos glamorosas, entre otras cosas porque están más sujetas a pruebas, índices de impacto y gestiones vitales hechas a fuerza de currícula. Son las formas propias de una generación, la de los firmantes de esta propuesta. La situaremos con compasiva autocomplacencia entre los 40 y los 50, diremos de ella que es hija de la izquierda aunque no tiene “militancias de alta intensidad”, sostendremos que tiene una relación con América, con sus países de origen, con la idea de intelectualidad, con la Academia nacional, que se traza más a distancia que en presencia… De lo característico de esa relación tenemos presunciones, algunos lugares que aunque quizás no sean comunes sí pueden entenderse como lugares en común, sobre todo estos:   La variedad de trayectorias biográfico-académicas. Su presente institucional, el de una población de sujetos diaspóricos. Su diversidad de estilos e intereses. Dando continuidad a una experiencia previa que alcanzó un cierto éxito (el número monográfico de la revista papeles del CEIC, editado por Gabriel Gatti, Ignacio Irazuzta y Danilo Martuccelli en 2013) el objetivo ahora es pensar los itinerarios personales y académicos (institucionales y temáticos), sus cruces y tensiones, su variedad e, incluso, l creativa y coherente dispersión entre sujetos-objetos-trayectorias de ls formas más nuevas de ese viejo personaje, el del intelectual latinoamericano. El de ahora, si lo es, se forma aquí y/o allá, tiene trabajo desarrollado sobre aquí y sobre allá, se mueve de allí para acá y de acá para allí, lo hace por razones muy distintas (desde el exilio o la emigración sin impulso político a la beca pre o postdoctoral), y lo sigue haciendo por motivos variados y tejiendo una red que liga su destino (Europa, en general, en menor medida Estados Unidos) con su origen (América), origen al que a veces vuelven sin dejar por eso de tener —de varios modos— un pie allí donde estuvo. El panel cuenta con estas contribuciones confirmadas: Kathya ARAUJO: Contra-bandos. Itinerarios biográficos y culturas académicas Felipe AROCENA: Autoficción intelectual Alejandro CASTILLEJO: Utopía y desarraigo Pablo DE MARINIS: De Sudacalandia a una vieja Meca Sociológica, ida y vuelta, con algunas estaciones intermedias. Un ejercicio de imaginación sociológica Gabriel GATTI: Entre parásitos y ausentes. Paseo figurativo por el campo (intelectual) latinoamericano Sandra GIL: La marca indeleble de la migración.  Notas sobre la condición de investigadora (in)migrante en el campo de los estudios migratorios Andrés GOMEZ SEGUEL: Pisando sobre huellas de lo Latinoamericano Ignacio IRAZUZTA: Desde mi cosmopolitismo periférico: diásporas académicas y objetos de estudio dislocados Denis MERKLEN: Con la lengua afuera. Sobre cómo el idioma en el que se escribe influye en la práctica del sociólogo

Abstract:
En el campo de las ciencias sociales, cada vez es mayor la necesidad de conocer y reconocer los fenómenos de la vida social que están atravesados por las relaciones entre los sujetos, construidas dentro del sistema sexo/género. No es posible, pensar la construcción y deconstrucción de identidades y la performatividad de los cuerpos sexuados, por fuera de dicha matriz. Puede afirmarse que no existe un campo de la vida social que no esté siendo afectado por el cruzamiento de dichas relaciones, las cuales determinan la posición de los sujetos en la sociedad. De tal forma que la reflexión sobre los fenómenos sociales, en clave del predominio de dicha matriz, también nos permite develar los trazadores naturalizados que le subyacen para dar cuenta de la emergencia de otras identidades generizadas, cuerpos performados por fuera de dicha matriz y subjetividades políticas que se resisten al paradigma heteronormativo, y abogan por un reconocimiento y un lugar en el ámbito público-político de la sociedad. Estas subjetividades generizadas, alternativas contrahegemónicas, construidas a partir de otras tramas de micropoderes que le subyacen, dan cuenta de afectaciones inéditas cuyas consecuencias se revierten en la vida de los sujetos, en sus procesos cotidianos y en sus praxis socio-políticas. En este sentido, resulta clave estudiar las múltiples intersecciones que se dan entre estas formas alternativas en las que interaccionan género, cuerpo y subjetividad política y la diversas transformaciones, tensiones y perspectivas sociales y políticas que se derivan de ello, tales como ciudadanía, género y políticas públicas, democracia y derechos de las diversidades sexuales no normativas, Género y acceso a la justicia, agencia política y géneros, Género y medios de comunicación, entre otras, situando la reflexión en contextos concretos, donde se están debatiendo y aplicando mecanismos y estrategias para promover dichas transformaciones o para frenar su avance. En este mismo orden de ideas, interesa promover análisis detallados desde una perspectiva feminista que llame la atención sobre la actual situación política, económica y social en América Latina, colocando en el centro de la discusión, la forma en que actualmente se están produciendo y reproduciendo las discriminaciones y opresiones causadas por el sexismo, el racismo, la homofobia, la xenofobia y el clasismo. La crisis de los proyectos políticos socialistas o progresistas, el retorno a gobiernos claramente conservadores y neoliberales y una agenda de abierto ataque a las políticas de derechos y de acciones afirmativas, ponen en riesgo los escasos avances logrados en décadas anteriores, a través de los activismos de mujeres y feministas, y a las estrategias políticas implementadas mediante organismos e instituciones internacionales e intergubernamentales. Por tal razón, el debate académico no puede estar por fuera de estas preocupaciones y antes bien, la militancia académica feminista debe ser un trazador de sentido para la producción de saberes comprometidos con esta causa. En consecuencia, es importante conocer y socializar las experiencias de investigación que están abordando estas problematizaciones, involucrando las perspectivas feministas y de género, en su comprensión, tanto desde diversos marcos conceptuales, como epistemológicos y/o metodológicos, permitiendo tener una mirada plural frente a los fenómenos estudiados. Todo ello, con el fin de propiciar escenarios de reconocimiento e intercambio académico interdisciplinar que visibilicen los abordajes investigativos y aportes de los estudios feministas y de género desde una perspectiva crítica, para comprender las múltiples situaciones que surgen a partir de dichas relaciones, en contextos socio-políticos específicos que se debaten en la tensión entre regímenes democráticos y fuertes conflictos y movilizaciones sociales, en América Latina. En este panel se presentarán investigaciones en proceso o concluidas que aborden temáticas relacionadas con los Derechos de las mujeres y las diversidades sexuales no normativas, Democracia y Género, Agencia política y Género, Género y políticas públicas, Género y acceso a la justicia, Género y comunicación, entre otros.  

Abstract:
Uno de los retos más acuciosos que nos plantea la actual crisis del patrón de poder subyace en hallar alternativas al desarrollo capitalista, que partan de las experiencias societales de comunidades y redes de dominados y explotados y no necesariamente de políticas estatales. Alternativas que podrían ser denominadas como modos de “producir para vivir” como ha indicado Boaventura de Sousa Santos (2011).  En América Latina las propuestas en torno al llamado Buen Vivir, tienen una importancia seminal en la constitución de una alternativa frente al capitalismo. Buen Vivir es la forma que ha adquirido la traducción al castellano de profundas ideas/fuerza provenientes del aymara bajo la forma Suma Qamaña, y del quechua/ kichwa con la expresión Sumaq/Sumak Kawsay. Ambas expresiones denotan un principio fundamental con el que suele asociarse a los pueblos amerindios (especialmente los del mundo andino), que basado en un fuerte componente ético denota una racionalidad de desenvolvimiento de la vida que no está cimentado en el individualismo, el crecimiento económico, la ganancia, la acumulación, el hedonismo, etcétera, sino en la consecución del equilibrio y la reciprocidad que contribuya a la armonía entre los miembros de la colectividad del Pacha local (runas, sallqa, deidades y dioses) y la comunidad mayor, el Pacha cósmico), esto es tanto entre los seres humanos como en las demás especies de vida, incluyendo la “naturaleza” en tanto territorio viviente. Lo que implican las propuestas de Buen Vivir es la promesa del establecimiento y consecución de patrones de vida autónomos frente a las orientaciones principales de la modernidad, patrones que están basados en el alcance de la felicidad y la ponderación de los distintitos ámbitos de la existencia social en un marco de relaciones orientadas hacia la democratización del poder.